1. ¿Quién soy y cómo he llegado hasta aquí?
Estoy aquí fruto de una desgracia. Mi mundo era el del deporte, no el de la bolsa. Por eso lloré a escondidas muchas noches cuando me di cuenta de que la lesión que tenía me había cambiado la vida.
Cuando estaba en rehabilitación empecé a leer un libro de Josef Ajram.
Soy honesto, lo admiré durante mucho tiempo. En mi defensa, nunca leí un libro suyo sobre bolsa.
Algo dentro de mí me decía que aquel tipo, con un marketing impecable a su alrededor, no era la persona que me haría un trader rentable.
Quizás la forma de pensar que me inculcó mi familia durante mi infancia tuvo algo que ver.
Adiós League of Legends (LOL), hola Metatrader
Aprendí a utilizar un ordenador antes que a leer. Podía haberme convertido en un genio de la programación, el software y los sistemas operativos, pero tiré por lo fácil.
Me encantaban los videojuegos, pero mi padre siempre se negó a comprarme uno. Así que aprendí a descargarlos piratas y a pegar el crack en la carpeta correspondiente de los archivos de programa del disco local C.
No me siento orgulloso de eso. Pero sí del aire que respiraba. No tiene mérito aprender a sacarte las castañas del fuego con problemas del primer mundo, pero te da ventaja frente a una generación aburguesada.
Mi vida se resumía en deporte, mucho deporte, estudiar lo justo para no ser un alumno mediocre y lo que sobraba para los videojuegos.
Tras el verano de 2012 y después de leer aquel capítulo de Ajram, justo cuando el IBEX35 estaba haciendo suelo y el bono español a 10 años ofrecía un rico 7%, decidí dejar el LOL.
Literalmente cambié el LOL, por Metatrader y los libros de José Luis Cava, Sáez del Castillo, Cárpatos, Douglas y el resto de nombres los dejo para otro número.
Más adelante haré un listado de libros de trading e inversión y daré mi opinión sobre ellos. Sobre todo, para ahorrar tiempo a aquellos que están empezando.
¿Por qué nació La ciudad del trader?
No soy capaz de contar cuántos libros leí durante los últimos meses de 2012, pero fueron muchos. De algunos aprendí mucho, otros eran un refrito malo de lo que ya se había escrito.
Pero no solo fueron libros.
No recuerdo exactamente el momento, pero en esa época comencé a leer a Lorenzo Trader. Un novato como yo, que estaba empezando con el day trading de la mano de Vicens Castellano.
En su blog —que me imagino que eliminó cuando comenzó a colaborar con Borja Muñoz haciendo lo que siempre criticó (este último colaboró con Ajram también)— hablaba sobre su camino hacia ser un trader rentable.
Aprendí mucho de sus artículos. Me ahorró mucho tiempo y dinero. Pero lo mejor. Sin duda lo mejor. Es que el blog de Lorenzo Giannoni fue el catalizador indiscutible para crear mi propio blog: La ciudad del trader.
El 6 de enero de 2013, el día de reyes, empecé a escribir.
Por si a alguien le pica la curiosidad, La ciudad del trader ya no existe porque algún gilipollas compró el dominio cuando los datos de pago dejaron de ser válidos y expiró.
El precio de hacer cosas diferentes en españita
Tú imagínate. Un chaval de 17 en 2012 en plena crisis financiera escribiendo sobre bolsa.
Me saltaba las clases para coger un tren de 2 horas y ver charlas de trading.
Como una de Hanseatic Brokerhouse dirigida por Luis Miguel Ortiz (en twitter @LuisMiguelValue).
La persona más joven que encontré tenía 40 y pocos. Agüita de coco.
Anécdotas como esa y mi ilusión provocaron un revuelo made in Spain.
Mis colegas me llamaban “el bolsas”.
Para los profesores era el “blogger”.
Mi madre temía que me convirtiera en un ludópata.
Tal era su preocupación, que fue a hablar al instituto con el profesor que me prestó un libro de análisis técnico al son de “Te sale más rentable ir a pedir a la puerta de la iglesia”.
Años después me enteré de muchas cosas como esa que no sabía. También de que el mismo profesor que trató de tirar mis ánimos por el suelo, me defendió a capa y espada ante mi madre.
“Tu hijo quiere ser trader, no un ludópata.”
Ha sido un camino precioso, pero mis comienzos en bolsa no fueron fáciles.
El próximo domingo te cuento cómo le di la vuelta a la tortilla.
Si no te lo quieres perder puedes suscribirte aquí y te llegará automáticamente a tu correo.